A 800 kilómetros de la capital de Etiopía, se encuentra la aldea de Pinyman, cuya población, perteneciente a la etnia Anuak, se asentó allí hace años huyendo de la guerra civil de Sudán.
Viven en la pobreza extrema y quieren mejorar su situación, principalmente, a través de la educación de los más pequeños.
Gracias al apoyo de Manos Unidas contarán con una escuela infantil a la que asistirán cien niños y niñas menores de seis años. También con un comedor-cocina para poder continuar su programa de alimentación y nutrición, y un patio con una zona de juegos.
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